viernes, 26 de agosto de 2016

Dieciocho grados centígrados


Dieciocho grados centígrados,
arcilla y sangre,
a veces la luz
es sólamente la luz
que muerdo con entusiasmo,
admito regularmente
su tenacidad,
sus partes desgastadas
por la brisa,
su conciencia y su apremio
de conocer es tan enérgico
que desciende hasta mi corazón
a explorarlo,
él es deshora y sin borde,
mirlo ciego volando 
hacia mis brazos, 
quiebra la sintaxis de mi piel 
sobre el césped
con estrellas titilantes 
como el rocío del firmamento,  
tic, tac, tic, tac,
incluyo, 
ella hila
el viento que esparce,
recorro con los mismos dedos
que pintaron la tarde de quietud
la callocidad en las manos abiertas,
la vida es una amplia lección de docilidad,
los ojos vierten perfume 
de fruta equilatera,
probaré tu dulce de guayaba,
bajo el cielo donde revoloteamos todos
escucho la hebra que vibra
y acomoda mi interior.
















domingo, 14 de agosto de 2016

Soledad



De que forma misteriosa,
afilada humedad,
pétalo de malva,
al mismo tiempo,
me acojo
y separo
asfixiado 
en el corazón
entre hombres 
de manos muertas,
la corteza del alma
se despeña 
antes de disolverse
en una calleja sin salida,
los párpados se cierran
sobre los oidos,
invidente diana de ojos
sordos de tanto intento,
recuerda, recuerda
para estar despiertos,
bufanda, borceguí,
del azúcar mas puro
del linfa, del agresivo
mas sincero 
la voz sigue clamando,
golpe de océano silente,
en un negro hervor
de callada sumisión
los pies siguen andando,
continuando, su figura
en los murales del designio,
rodeada por anuncios vegetales 
y flechas de trigo verde,
profundo pigmento
de invierno enfurecido,
de alguna recóndita esencia
un átomo de tu ser 
está aquí en mi poesía 
que aumenta y anima
como nunca su acento de lucha
y autonomía.
Nunca pensé que al no verte
ni presentí que al no oirte,
te encontraría Soledad
en plazas, avenidas, salones,
teatros , parques,
esparcida en la multitud 
de mi pueblo,
déjame reposar
de la hiel y del llanto,  
compañera tú ya viniste ardiendo
con capacidad de entregar
y darse,
vertida hacia afuera
con la intensa secreción
esperanza, 
orquidea habituada
a la tierra,
mujer antimateria,
positron enmarcado
por el lacio negro y unos ojos
que a través del fin
siguen mirando
y lo que abarca 
lo vuelve posible,
no hay amor mas grande
que adquirir con la vida
el derecho de ser libre,
cuando el premio de la libertad
es no volver a perecer.


















 


 

lunes, 8 de agosto de 2016

Avizora



Ya no me hallo
insólito apretando el piso,
rehaciendo besos
en la noche sigilosa,
antecesora
de la legendaria jornada,
el amor se ofrece,
la arcilla canta,
luna cobalto,
ojos castaños
llenos de abundancia,
su esencia silenciosa
verifica el cause al corazón,
sangre claridad,
corre la centuria eterna,
reconozco con frecuecia
la postura de renuncia
brazos violetas
aguerridos
raices recónditas,
he ganado;
al prolongado viaje
de proyectos y rumias
con el aire que sacude
los días de agosto
y oxida el misterio del cuerpo,
también con los dientes
con los que el poeta
muerde cada letra,
mastica y digiere su vida,
jugo dulce del cielo
hay en mi boca sabor
de mañana con prolongación,
he ganado;
al heredero que retoza,
brinca desde el interior
de la tierra,
con sus amplias ventanas
submarinas 
mientras el susurro del oleje se fragmenta,
a través de los años
continua, 
avizora. 

























Luna de flores

En conjunción la luna, el ulular de la lechuza, las buganvilias de color abstracto,  su torso de hogaza y la noche de barro. Las translúc...