domingo, 9 de septiembre de 2018

Alegría y regocijo


Nuestros cuerpos parten el aire en lenta primavera
que rueda sobre las horas con un golpe de insomnio,
desde la verdad final que reside en nosotros
el amor lanza su fuerza por las ventanas del alma.
El amor es lo que permanece luego de aclarar los secretos del universo,
lo que hace posible transfigurar las sombras en horizonte cobalto
la memoria en voz, el camino en pisada, la esperanza en ligamento.
en mi toda la vivacidad se reitera y no me pertenece,
soy como un conductor de electrones, 
tengo la alegría y el regocijo de la dulzura inmortal,
mi amor se amamanta de tu amor telúrico,
intenso aprendiz de agua y luna, de sol y vino, de pan y árbol.
Los pies afianzan las piernas, la dirección y así avanzan,
aunque retornen los pasos hacia mí mismo,
retroceder es otra manera de hallarse dondequiera,
es vital que sepas que te quiero más donde existes,
allí justo hay luz juntando soplo, brazos, inocencia.
Como si fuese un elevado vuelo que mis oídos persiguen
dentro de la lucidez del viento salpicado de colores
tu amor me libra de todo mal.
Incrustado en el tiempo que aún me alcanza en el torso,
contraigo las pupilas salvajes debajo de la luna menguante,
yo aprendí amar con cada amor, diáfano,
bajo y sobre el agua dulce y salada, en el bosque, en las gargantas,
boca arriba al cielo y al deseo,
yo aprendí atarme al origen, a la imantación de la madre tierra,
a llevarte en mis venas como los ríos a la tierra,
a cosechar con mis manos el fruto de tus ojos ardientes
oscilación que enjuaga el cosmos rebosante de músculos,
paisaje de la sangre que vibra y me dirige a ti, al refugio del tiempo,
a tus labios de flor, evidencia del inusitado grano germinado.







  









jueves, 2 de agosto de 2018

Reflejos




En esencia es tan poco lo que quiero
que con dificultad calculo tus ojos de cosmos
y con qué energía me ves.
Yo te supe de siempre
dice mi piel que lleva tus huellas
como llevo la luz de una lágrima
o el agua de una sonrisa infante
o la linfa aurora que me alimenta de ansia,
amor, este amor sobrepasa mi ojos de labios entreabiertos,
dudo que haya otra causa que no seas tú
la que me salve de esta tarde,
en otros lugares el paisaje no es tan libre, 
bien sabes que mi necesidad más urgente
es tu corazón abundante,
geografía pura donde la felicidad plena se nutre,
yo no conozco si no es por ti la fiel voluntad.
Mi corazón es a deshora y sin pos data,
no es sencillo reflejar lo que has innovado,
de la profundidad de la noche que anduve
y barricadas que levanté,
de los días de ternura contenida,
de toda la luz por beber,
de los secretos sin vocablos,
del tiempo en que mi vida lloviznaba sobre el pavimento, 
ahora troto en la respiración de un celaje azul,
azul como el cielo en las alturas,
mientras tú atraviesas el tiempo de las aves
aromatizada de frutos afilados,
es la brisa que agita tus alas
lo digo con todas mis voces,
tu abundancia de sal, de sol, partículas y agua
a veces se suelta en mi pecho
y me libera de quien creo ser, 
ese suspiro agrietado como la tierra seca.






  









 

domingo, 1 de julio de 2018

Tejedora de la historia


Tus dedos de tejedora de la historia, 
de piel acelerada por los sueños
trenzan firmes puntos de avena fresca
sobre la confianza del hombre.
ave de pupilas agrietadas 
en la cresta del agua,
tengo en la boca sabor de verde invierno, 
de luna llena, de tres años y algunos minutos,
de lo que siempre suma siete,
tengo en la boca sabor a luz estrechada por los brazos,
a larga contienda que se libra en el suelo,
a lo que entiendo es el amor flexionado por la noche
que admite nuestros rostros respirados,
hay un origen vasto en el tuyo,
por el que el alba retorna puntual
para ver el gesto del sol en violetas recientes,
es tu sangre raíces irrefutables de los caminos,
astronauta de mis venas,
tú y yo somos el poder del tiempo,
los que avivamos la lumbre del universo
con una crepitante confianza,  
hacia ti me llevo con el aire en los dedos
porque sólo a ti te contiene mi médula
porque sólo en ti retorno a la tierra
a un signo, al credo de tus ojos o de tus manos
o de tu boca o a cada resquicio de tu vida,
debe haber sido así como la naturaleza desclavó al prójimo
y lo descoronó de afiladas espinas.
Mi boca ataviada de palabras es un arma contra mí mismo 
que sólo tu abdomen de trigo en brote la transforma en beso.











 







 





martes, 5 de junio de 2018

Catarata


Una flor cristalina me admite en su regazo,
en vano el otoño insiste en helar lo que no va a morir
mis huesos doblegan el frío de los días
con las corneas azafranadas de tus ojos,
¡cómo puedes calentar el sol 
y esbozar una metáfora con sólo una mirada!
¡Cómo puedes cubrir tu desnudez 
con la ropa negra de mis pupilas!
¡cómo haces para que por tu sonrisa
sienta yo el amor!
respira en mí tu gesto como un capullo en el campo
flor de azafrán, jugo, firmamento,
tienes el poder de mujer y de esencia,
estoy feliz de vivir el cosmos
porque allí también tus venas conciben tu encanto,
no conocía nada hasta sabernos en los aleteos y los versos,
mis manos quieren sujetar tus cabellos
y tus ingles de lumbre y linfa
pero se contentan con ver 
como tus pies aseguran la tierra,
¡oh amada! sarmiento del mundo
llegas a la razón a través del corazón,
sin ti es imposible entender los hechos,
dulce brote que te descubres en el aire
y me donas entusiasmo con la catarata fresca de tu alma. 





 
 








 

domingo, 27 de mayo de 2018

Praderas celestes



En lo amplio de las versátiles praderas celestes
el césped cosecha neblina hasta legar un claro de luna llena,
la naturaleza festeja su gracia,
y cuanto confina y cuanto disemina, 
compañera de mis océanos internos,
amo la claridad con la que asistes
al tripulante en la noche sideral, 
árboles y máximas de pie sobre la tierra,
luz que palpa tu luz,
transfiguración de sombras,
el tiempo deposita sus macrobióticas limaduras
encima de tus boulevares intachables como la alegría,
mi canto por tus libres caminos de rocío
¡oh, rocío que moja mis labios!
vamos juntos al claro origen,
a la gravitación alcalina que tus ojos besan,
desnuda y brillante,  impetuosa y bruma,
sutil espesura de irisación
rumor que me descubre el viento
y se toca con las yemas,
allí voy yo cada vez que te alcanzo,
eres en mí como el final y el principio
como la sangre relámpago que borra las fronteras.




                                       Óleo tomado de la red



 





lunes, 21 de mayo de 2018

Hierbera



Gota a gota alumbras,
próspero rayo de luna creciente,
ahora sé que todo es verdad,
hasta la misma ficción,
que los aromas vuelven al bosque
con los ojos sujetos a la aurora 
con el viento vestido de azul,
que las calles se contradicen
en el fondo del cuerpo
allí donde los labios se desvisten 
de horas y segundos,
de su calma única y su único rumbo,
soy un libro de hojas de ficus 
cogidas por el suelo,
una órbita que confía
otra holgada mano,
lo que tu articulación dice
aunque una de ellas mantenga 
alguna libertad de movimiento,
soy lo que le incumbe a la tierra,
el color húmedo del césped
donde retozan el sol y la roca,
hierbera de ojos constelados,
esa eres tú.





 
  








jueves, 3 de mayo de 2018

Piel azul


Fue en el arqueo elástico de una noche
jardín descubierto a los aires de la época
púrpuro soplo de erizada bugambilia
el olor de tu cuerpo alisio
observa más allá de mí
hipnótica exploradora que a tramos es
y vuelve a ser nada
las manos apresuran el estallido de la claridad húmeda
lacramos tú y yo sin tilde el silencio 
deambulo por la estructura de los segmentos
al roce descúbranse los pétalos,
piel azul del sueño
rompe a carcajadas
desglose de las aguas
hacia una punta de luz
diferente al serpentear del sol
sobre las telarañas de emociones
incubo, sí incubo confianza
azar y una gota de sal dorada
inútil el límite de los sentidos
el amor desprendimiento
es el gozo de concebir libertad










 
 



lunes, 30 de abril de 2018

Araucaria


Luego de zambullirme en el mar de las palabras
portentosamente intento pescar un poema que salga a flote conmigo
sin que lo palpen las sombras ni la corriente ni el alba
ni la ligereza blanca del hombre, 
un poema que tú puedas inferir sin palabras,
que te hable sin voz y me entiendas
sin gritos estrepitosos de otoño,
o sarmientos crepitantes,
un poema que te haga sentir
que la vida es un milagro
los labios rocío fragante, 
y nuestras bocas el delirio con el que la arena endulza.
Un poema que flote sobre las aguas, 
sobre tus caderas plantadas de sueños,
sobre tus manos donde yo sujeto lo que encuentro,
tiempo, vientre tierra, confianza,  
sobre tu sonrisa contagiante 
y se hunda en lo más hondo de ti
allí donde no es suficiente lo que sé ni lo que entiendo,
un poema sin palabras pero con lengua que desate
lo que quedará desatado por siempre.
Un poema que tú puedas coger con tus manos,
tus ojos, tu piel, tu corazón murmurante,
que pueda cantar el silencio de los nogales ausentes,
un poema que te haga apreciarte formada de viento,
de presagio, de la hierba tierna del campo,
que te haga saber que para ser tuviste que caminar por el cielo
con la versatilidad impar del aire,
uno que te hable de mí sin palabras,
como me habla el oleaje o tus ojos mezclados en la araucaria. 











 




jueves, 26 de abril de 2018

Espejismos

A mi curiosidad se le escabullen todos los argumentos
La vida es puntual le dicen las fauces de la gata al negro tordo,
negro como el agujero que va ocultándolo todo,
menos el camino de regreso a casa,
a veces creo que el hoyo negro no sólo es el centro del universo
sinos la seguridad mas pura a unos cuantos milímetros, 
lo necesario es imperceptible a los sentidos,
mas allá del linfa y de los huesos,
mas allá del amor y del odio,
mas allá del hemisferio derecho que reconoce 
y el dominante izquierdo que lo niega
o en el mejor de los casos fabrica un espejismo,
como la lluvia que cae sobre la semilla
y esta se convierte en un escaparate remoto,
tengo una salivación empalagosa de mí mismo,
exhalo lo impalpable que cogen mis manos,
doy vuelta a la página y me cargo por el resplandor como un eclipse 
sin obtener más que palabras perfectamente embaladas,
llevo también tu nombre en la maleta de fuego
entre frescura y magenta estirado por un beso,
claridad aromática, no todo siempre está bien,
menos si la verdad resbala salada por tu mejilla,
saboreo el aspecto de tu rastro hasta dar conmigo,
entre tintas que inquietan, entre noches,
entre rosales y mensajes de texto,
entre el silbido del violento viento del valle,
entre los fluidos azules,
entre cejas metálicas y ruedas,
he concluido mi congelación y tú no te has ido,
has resistido envuelta con lo que queda de las aguas telúricas,
como niña has sembrado sandias pese a las ataduras inmortales de los hombres.






  








 

lunes, 23 de abril de 2018

Guanábana


En la combinación del agua y el sol está todo.
Pequeño refugio de lengua y zarza.
Guanábana que aumenta sintiendo volar el agua limpia.
Al borde del universo mi alma se encuentra
con el inacabable viento de tu mirada,
eternidad intangible fuera del tiempo,
rumor asido con nervios a la vena del día.
Instaura tu figura cósmica.
Sonrío por nada en un cuerpo teñido de azul,
un cuerpo cuyo reflejo no está exento de error,
sencilla brisa que me desempolva
y como si mi esencia fuera un corte en el pan
me fijas en el mirador para reconocer amaneceres,
mientras que con el trigo de tu pelo aceleras la noche,
no fue en cualquier océano donde se parieron tus ojos,
de viento, de tierra, de luna,
sino cuando el aire tomaba bocanadas de orilla,
de ingle fragante de vida. 
Creas de mi sigilo de auquénido un signo,
un cielo que se rasga en dos centellas,
entonces me abro en pétalos,
en aire elástico de intemperie,
en término, en sueño
que me libra de todos los sueños.








 



 




lunes, 26 de febrero de 2018

El amor sí


La manera mas hermosa
de romper todas las ataduras
que nos sujetan al mundo
está en el abrazo que nos damos,
esa forma tan desprendida
de apretar la vida misma y abrigar el alma,
de posponer todo lo que no vale la pena,
de salir de la profundidad de la noche
y trenzar la música de los cuerpos.
En tus brazos mujer
corren ríos de gratitud y amparo,
tienen el color de esta mañana veraniega
que nos estrecha lentamente,
sólo para que quepa todo,
con tus manos has tocado mis entrañas
de fuego constante azul cielo,
has juntado mis huesos y tu memoria,
en tus brazos donas el amor de la naturaleza desde que es,
desde que dejó de ser el aroma de una larga vigilia,
oh, eres la caricia exacta que surgió de la tierra,
la que me liberó de la idea del destino,
mi albedrío, eres tú y mi capacidad de ternura,
umbral donde los rostros son luz del corazón,
el futuro no sabe conservarnos,
pero el amor sí.










 

martes, 13 de febrero de 2018

Fulgor de abeja



Suena el aire con el que algunos gallos
picotean las sombras.
Mis ávidos ojos me acercan a ti
con los apresurados primeros rayos,
este es el instante mas espectacular,
cuando se llenan de esencia las formas,
vuelvo desde muy lejos para asirme
a la descarga de tu raíz cósmica,
aquella con la que agujereas la espesura del mundo
y rasga la noche donde habita a tientas la esperanza,
descubro en el silencio de tu mirada
todo lo que es leal, lo cierto, fulgor de abeja,
puedo vivir sin que nada despedace tu compañía
y conseguir con mis dedos el alba,
hacia falta el ahora, una rama de nogal oscilante,
y las prudentes canciones de semillas
para congregarnos,
mujer, tu nombre es como
el viento y las alas,
el oleaje y las tablas,
como la vida y el amor
tiene la dimensión de lo inmortal.
Tengo claro a quien entregar mi sangre.








  



 

 






viernes, 9 de febrero de 2018

Tradiciones orales



Nos vemos en las tradiciones orales,
una palabra extraída con los dedos
se torna voz desde una garganta sin nudo,
desde una lengua sin pelos,
hablándome de mí mismo, pienso en ti,
es verde la necesidad de la luz
y húmedos los colores que la componen,
lánguidos los que la deshacen,
sofoca el mes de febrero como una hoguera,
la tarde derrocha la memoria,
nos seguimos viendo en las tradiciones orales
como en la tenacidad de la zinnia,
el horizonte está lleno de razones,
hablamos del aspecto que llevamos,
casi siempre en silencio nos recorremos,
es hermoso lo que escucho de tus ojos,
esas prudencias, esas permanentes sensateces,
valiosos espacios de libertad
en medio de la angostura del mundo,
el tiempo puede mucho pero no todo,
no soy una, ni corta ni larga frase que dijera la luz,
pero tus ojos me levantan,
sabía desde el origen, instintivamente,
que bebería de tu fuente,
explicitamente de aquella que de flor, semilla,
de piel de pétalo intacto y facultades puras,
aún mas exactas
que toda aproximación físico-matemáticas,
amo tus labios donados en el sol de tu boca,
entrada por donde viertes la alegría
para llenar la grieta del aire.









   




domingo, 7 de enero de 2018

Celosías


Mujer,
he recogido unas paltas para ti,
mira como el árbol nos tiende su mano,
quiere enseñarnos el poder de soñar,
nos dona un signo en el aire,
el lenguaje de sus manos no es un idioma oculto,
establece un diálogo amplio de temperaturas,
sega la cutícula turbia del agua,
rebaño, madera o sangre,
entrega en cuyo florecimiento amanece,
a veces necesito para respirar los latidos de tu corazón
esa manera tan especial en el que el cielo me devuelve la vida,
me ocurre cada vez más seguido,
casi al son de los aleteos de los pájaros
o de la eclosión de una flor,
muchas voces pulverizan la noche,
siempre es mejor una boca que apague el ruido,
el mundo se fía más en lo que ve
que en lo que escucha,
es otra manera de aspirar o ahogarse
en el mudo reflejo humano,
yo preciso la voz,
un vocablo que se abre paso desde la profundidad,
sólo para ser reconocida por sus frutos,
la aurora nos murmura de lo que siempre progresa,
de lo que nunca mengua, 
mientras caminamos hacia el mar
con los ojos inundados de celosías 
al ritmo en el que el universo arrulla a la tierra.
Tú tienes tu vida yo tengo mi vida eso es amor,





Luna de flores

En conjunción la luna, el ulular de la lechuza, las buganvilias de color abstracto,  su torso de hogaza y la noche de barro. Las translúc...