martes, 30 de julio de 2013

Gracias por dar



 
Gracias, es algo que siento

y escribo con más frecuencia

 para la gente que cambia

mi  agonía en alegría.

De un día malo hacen el mejor,

porque  han leído sin más

lo que anoto,

escribir es importante,

pero darte  gracias es mejor,

me ilumina, da vida y calor.

Gracias por vestirme

con vuestros corazones

desde cualquier recodo,

gracias por enseñarme

a sentir la necesidad de decirlo

y envolverme con la magia

de la amistad que me brindan

sin embriagarme la tomo,

 por eso y más gracias a todos y cada uno,

en especial a ti generosa

por  el camino que me tocó

y espera andar al lado

de la gracia que es dar gracias,

por hacerme sentir presencia

con palabras que son más que eso,

hilos con lo que zurzo lo rasgado

compañía en la inmensidad,

fuerza en el naufragio,

gracias por tanto amor,

en cada suspiro,

porque al quererlo

te encuentro.

Sin preguntar



He consumido solo mi soledad

he visto mi sombra en todo lugar

se extravió conmigo sin preguntar

y llegado el día sumó en edad


Enconado esfuerzos por encontrar,

desafiado engaños que hoy son verdad

 y estoy más lejos  que al comenzar

arrastrando leal necesidad.


Guardando algo de tranquilidad

encendiendo luces en la oscuridad

buscando miradas que puedan alegrar

y es el desierto quien se deja amar


Respirando profundo para no ahogar

me he protegido de la frialdad

para que existiese siempre un hogar

que nos cuidase de la oquedad

del que vence y no alcanza dignidad.

sábado, 27 de julio de 2013

Rotundamente


Primero que nada, me rehúso

a quedarme sin bosques ni ríos de agua fresca,  

sin minutos para escribir, sin libros y sin libres,

 sin algo que perder, sin curvatura

del  jardín, sin descomposición de factores,

aunque me quede sin mí, me rehúso

a quedarme  sin la sonatas número 

dieciséis en do mayor, sin un fragmento de Rayuela

que está por escribirse, en otro lenguaje

 quizás en binarios, como dícese que Él habla

sin la reversibilidad de la naturaleza

de las dimensiones cuando suman cuatro.

Me rehúso a los grandes cambios

donde se vence y no se convence,

rechazo ser alguien extraño

con el que te conformes fácilmente,

me niego, por duplicado a las buenas intenciones

de los isleños en otra latitud  a la de Greenwich,

me niego a nacer  o sentirme nacido cuando

creo que Dios está enfermo y rechazo a morir

en cualquier aguacero, me rehúso a los consejos

con los que quieres que llegue a viejo,

rehúso también el abordaje y abordar

el tren que lleva a Anna Karenina con el

conde Wronsky  o a la profesora que llegó

a su funeral después de un corto viaje

en el transbordador con sueños de supremacía,

me rehúso a re-usarme en los escritos

que no plasmen auténticamente la ilusión

 de sentirme yo mismo, me niego rotundamente

a morirme de contradicción prematura,

 a ser un nonato en el borde de la vía láctea

o un elegido en las manos de Mengele,

 Videla, Pinochet, o del autodenominado

con el nombre de uno de sus crímenes

me niego a perder la vida antes de morir,

rehusó  la droga de las promesas,

y al romper el alba me niego

más de tres veces porque tu ya no estabas

en el efecto involuntario del latido

que no entiende de autocontroles.


Luna de flores

En conjunción la luna, el ulular de la lechuza, las buganvilias de color abstracto,  su torso de hogaza y la noche de barro. Las translúc...