jueves, 29 de agosto de 2013

No soy Javier rio

No soy Javier río,

solo me dejo ser

río fangoso

que aumentó su caudal

lavando laderas 

de deforestados andes

con lluvia copiosa,

ni resigno, ni decepción,

arrastro en las entrañas

el fértil riego del cultivo


que alienta vida.

la sinergia y la inercia del viaje

no tiene quien lo frene

ni recodo, ni represa,

alguien en el remanso

quiere darse un baño,

mientras lavo la corteza

del marchito árbol

que aun en pie 

en adversidad

un milagro espera,

sin ser torrentoso

soy abundante agua fresca

mientras me vierto,

indispensable,

por el lecho

que siendo el mismo

me recibe comprensivo

y bajo por la pendiente,

por la planicie, 

atravesando ciudades

sedientas al paso

y la fuerza me lleva


ni cauto, ni presuroso

pero certero

en esta cuenca occidental

hasta que seamos uno

en el encuentro con la mar

y en la inmensidad

vuela a comenzar


lunes, 26 de agosto de 2013

Paradoja

Tiemplo los nervios


con la baja temperatura


del chorro de agua

que amorata la piel,

o es que soy una efusión

que pierde calor

en el desfiladero

de la indiferencia,

no soy frió

solo falto de calidez.

Vi el sol

después de unas horas

y entre tanto

me calmaban con caricias

que ablandaban

los nuevos momentos.

Las eventuales


nubes de algodón

se interponían entre


la escasa luz de cielo estrellado

que me envolvía

noche mujer,

quizás desde ahí

no olvido lo bien

que me hace el amor

la luz y el calor.  

viernes, 23 de agosto de 2013

Fukushima


En este pedazo de tierra

lejana de los grandes problemas

pero también con graves contrariedades

el sol calienta desde temprano

las calles vacías, los grandes jardines,

el tren ya pasó

madrugador ribereño,

en la autopista conduce la muerte,

el rio hablador está mudo hasta el verano

lo poco corre desciende turbio, contaminado,

nos miramos a los ojos preguntándonos

si lo que hacemos es correcto

el espejo no responde tal candidez,

contengo la respiración

con un nudo en la garganta

de esos que aprendí con los scouts

para sumergirme en el mar de los recuerdos

para alcanzar la depresión de las marianas

antes que ellas me alcancen.

Pienso en los hijos de todos

en el mio también, está a buen recaudo

quizás de mi y nadie más.

La vida se inicio en el mar

tal vez por la mañana o por la noche

o si fue en la tardecita

cuando el sol empezaba a caer por cansancio

de ver el rostro de este lado,

conservo fe por otro día,

salvo que me alcancen

las pesadillas de Einstein

a la mitad de la calle

cuando trato de huir


de las consecuencias de Fukushima. 

Luna de flores

En conjunción la luna, el ulular de la lechuza, las buganvilias de color abstracto,  su torso de hogaza y la noche de barro. Las translúc...