sábado, 24 de octubre de 2015

Sangre, violeta, cuerdas y papel


Ella dejó sus alas en el tiempo
él, en el espacio que le quedó.
Bruscos fluidos de la noche
reciclan la luna
que penetra la madrugada
en la mirada que se dan.

Él, se escribe sobre papel y cuerdas
ella con sangre y violetas
argumento y amor
respirando el brote del universo

ÉL, se dió cuenta
que no es más quien era,
ella hizo de la arena futuro
y arrojo de sus ojos
el pan que sus manos sirven,
él pintó el olor del maracuyá
que coció en sus caderas.

Ambos nacieron de nuevo,
sangre, violeta, cuerdas y papel. 


Para la mujer de mi vida, para mi mejor amiga.




















 



viernes, 23 de octubre de 2015

Vengo del jueves



Vengo del jueves

a respirar la eternidad

del viernes,

a dorar este cuerpo

preso por la muerte,

con esos ojos que al mirar

hacen brillar el horizonte.

Bendito mar del mañana

que me condujo al presente.

El agua no me importa  si no va.

Trillo la poesía

como si fuese trigo,

la esparso en el viento.

Hoy es otro día 

para tocar el fondo de las cosas,

para que el mundo se aclare

y trinen las aves lilas de octubre,

para sonreir por un muerto,

y padecer por los vivos,

para mi, por lo menos,

está la pared, pero también

el césped verde.

Preciso escuchar tu voz

levantándose desde mis pies,

rompiedo la gravedad,

llegando hasta el aliento,

uniéndose a mi en enlance 

covalente, huelo tu voz

passiflora, para escuchar

el aroma de tu vientre. 

He llegado al viernes. 





























 



miércoles, 21 de octubre de 2015

Destina mi poesía



Su risa de arco iris

es la canción de la alegría,

el arcorde completo,

el gesto perfecto.

Desmenuza el cielo,

lo precipita en llamas, 

le da frescura a la intemperie,

le corresponde a la vida,

reverbera transparencia,

excluye crueldad de mi boca,

destina mi poesía,

la viste y la desnuda,

me propone,

me solivianta, 

al rencor lo hace padecer,

lo hace llorar de amargura

y finalmente muere,

reverdece desiertos,

cortas con sus dientes

el tiempo, el espacio, 

un gato le alcanza un maullido,

humedece la tierra agrietada de sed.

Es sal, dulce y café.

Al amor lo energiza.

El trigo de su pelo

abriga el rostro plegado

en sus irreprochables

contracciones.

Su risa le da dirección

a cada viento que ciñe

sus ojos océano de miel,

sustenta tiernamente los frutos

con labios transfiguradores,

ríe,  ríe, rompe el hielo

amada mía hasta agotarnos,

hasta sentirnos agradecidos.









 





















lunes, 19 de octubre de 2015

Noche y pájaros


Ahora escribo una historia 

de noche y pájaros.


A esta noche fresca,

alegre y penetrante

no le faltan ingredientes:

prisa, delirio, apretura en el pecho,

tampoco la ululante presencia

de algunas lechuzas,

ni la puntual cero veintitres.

Bienvenido le digo yo mismo

a estos primeros minutos

que hacen otro de mí

y este otro es especial,

saboreo aquel que soy ahora,

Posdata de mis sueños,

alas y libertad,

por ellas declaro 

que la mejor prueba 

de la existencia de Dios

está en los pies de la noche

que te traen o te llevan a

donde el signo se hace verbo

bajo las estrellas que revientan

en el amplio firmamento,

donde la voz regurgitada por la carne

no consigue ser palabra

solo lenguas enredándose con el alma.

La noche exhibe una risa desnuda

diminuta y compacta,

que cruza la verdad súbitamente

como la lechuza la espesura

de las copas en silencio

y hace en mí profundo

su linaje cósmico.


Como la sangre que viaja

hacia una letra, sílaba o metáfora,

logro transmitir mi fe

en la mujer con mi pobre

entendimiento de hombre,

pájaro, noche, risa.






























 








lunes, 12 de octubre de 2015

Quererte



Todo el ayer

se escurrió

por los destellos de luz

que separan mis dedos.

Quererte

quizás implica

recibir el futuro

al paso que vamos.

Somos el dolor

de todos los días.

No se puede postergar

la noche ni aplazar el alba.

Has abierto

con tus manos de hoy

el horizonte.

Entraste en mi espesura

sin  intérprete,

ni G.P.S,

con el caudal de tus ojos

y tus manos de vigilia,

lanzandote de la tristeza

por la borda de una astronave

que surcaba los cielo.

Has trepado las gradas

sin reposo,

con tus pies vespertinos

y tus pienas de luna.

Quererte es tal vez

extraviarse entre el tumulto,

es quizás recoger 

lo nuestro de la calle

ese lugar que suele 

estar lleno de soledades

y otras indagaciones. 























  











jueves, 8 de octubre de 2015

Hogaza de mis versos


Las primeras luces de la mañana

están en tu gesto de mesa mineral,

polvorienta, acuosa, de magma radiactiva,

de greda con sangre, de miel resuelta,

impresa de vida, palpitante, 

con el delirio genital crepitando.

Esa extraordinaria y simple

manera cotidiana de volverse futuro,

ascendiendo de la cepa

con vocablos de agua vigorosa,

de mujer entera, con holgura,

fértil  reboso extendido

con propensión sideral, abundante.

Flor balsámica del universo 

donde me tocó descubrir el mundo,

sangre-sol,  cielo-tierra.

un pueblo íntegro se graba

en la suavidad violeta de tu ser.

Mi conciencia mansa,

mi inteligencia inquieta,

omnívora de afectos, de criaturas,

de hechos y equívocos,

donde polemiza lo subjetivo

y lo real decide qué.

Mis versos no se resisten a ser felices,

he atravesado el tiempo

para recrearme en tu mirada,

deliciosa, dulce, te he visto florecer

para ti, para mi, bajo el dorado trigal

bamboleada por los vientos

gesta de amor imborrable,

has refrescado mi sed de nuez

copándola de tu esencia, aquella

que se elevo desde el suelo a  mi boca,

oh fluido, oh respiración.

Hogaza de mis versos.




 





 



  





















lunes, 5 de octubre de 2015

Corazón indomable


Es un halago que seas tú

la que comprende mejor mis versos.

De las quebradas que saboreo

arroyo, sereno distinto, 

yo no preferí excepto lo que amo,

tus árboles a la vera

en tus campos de entrada primavera.

Eres la persona que no interpreta 

códigos de barra, sino por el contrario

eres la lectora que he ejercitado,

colorida flor exótica conocedora

hasta de los frunces de mi poesía,

quiero regarte a pleno sol, en plena ciudad,

a la orilla del inmenso azul.

Desgasta con tus dedos de terrenal abundancia,

lo que la carne hace verbo, látido y sustancia,

como un ola y otra a la roca silenciosa,

me infiltro en la naturaleza que lleva tu forma,

átomo a átomo de candente poesía.

Hemos caminado por la noche

hasta conocer el corazón del hombre,

con la sagacidad de la mujer que lee,

lo irreconocible de la calle,

rojo mar, rojo frío, rojo gajo

color inseparable de tu elemento,

has concebido el crepúsculo junto 

a algún verso aunque sea uno solitario.

Aquella cita con lo imprevisible

hace que sirva todo lo recorrido,

lo escrito, lo estudiado e improvisado,

a pizcas húmedas, a cepas añejas,

me he ido extraviando en lo desconocido

hasta que tú reuniste nuestros pedazos 

de la travesía, de la tierra, del polvo,

de todas las hebras de luz que regresaron,

retornaste tarde o temprano,

de las semillas muertas,  floreciste

y en tu corazón me hiciste poeta,

cuando yo quería tan solo tu aura.

De toda la esperanza de mi pueblo

preferí tu corazón indomable. 

Si pidieras que defina la poesía: diría

eres tú al llegar la mañana.







    

   



Luna de flores

En conjunción la luna, el ulular de la lechuza, las buganvilias de color abstracto,  su torso de hogaza y la noche de barro. Las translúc...