Este blog es de poesía que me pertenece en su totalidad y comparto gratuitamente con todos los amantes de las letras
miércoles, 30 de septiembre de 2015
Versos húmedos
Quizás vivo en una patria
cuando la patria es vivir
en medio de muchos límites.
Tal vez solo estoy hundiendo
los pies en el mar o
en la ventisca primaveral.
Oh cielos, a ratos despejados,
de rayos color arco iris
olorosos, silentes, espinosos.
No puedo empuñar la niebla
aunque suene la guitarra mora,
ni tocar el pulso de tus pies claros,
andariegos incansables.
Tú mujer eres mi tierra, mi nación,
mi procedencia y mi prole,
el vaso que calma mi sed,
mi historia escrita y por escribirse
en gotas de sangre y sudor.
Me inunda tu fragancia de retama
hasta batirse en duelo con el alma,
mientras la cháchara alada
suena como violines enredados
en la mañana de pinos y manzanos,
se tejen las miradas por las cavidades
resbalosas y espumantes,
manos interceptadas
por las caderas de pétalos
sumergidos en aguas profundas.
Oh cabellera áurea-cobre
gobiernas los instantes tripulados
por insistentes desafíos.
Tus ojos se fijan con empeño en la savia.
Tus ojos a través del tiempo
dispuestos a lo que pocos quieren,
Debo decir que por ellos, acepto,
regresar a la vida, a la casa común,
a la fidelidad, a los versos de aguacero.
lunes, 21 de septiembre de 2015
Hortensias y astromelias
Un rubio tenaz como la marcha del día
colma la tierra hasta sus lindes azules,
esta tibia mañana se pone los zapatos
con los que se anduvo ayer.
Voluntad: esa taza de café pasado hoy
a gotas de sudor y paciencia.
Amo la vida y disfruto vivir
a la intemperie donde se propaga
el color libertad y algunas sombras
de inspiración sin salvas ni aplausos.
En medio, un ramo de Hortensias.
Saber más no me hace, me habita
un siervo insatisfecho y con dolor.
No soy ni ayer ni mañana, a tiempo amaneció,
madurado por los trinos verdes, gruesos
y todo aquello que no se quiere oir.
Tengo sed del destello miel que abate
el desconcierto del crujiente precipicio.
Detento al niño que sale de él mismo
y con sus manos escribo con el alma en la boca
hasta escuchar la sonrisa silenciosa del universo
que escapa a los escombros del futuro.
Nadie posee tu pulso de cereal
ni la fuerza de los pasos que son empuje,
siempre simple empeño hacia adelante,
tampoco la luz que extirpa vida a la muerte.
Has aceptado mi rendición sin ínfulas
y entre labios y astromelias nos regalamos el presente.
martes, 15 de septiembre de 2015
Setiembre I
Es fucsia la algarabía,
húmedo el destello
crema de la cerca,
los labios un corredor
a la decencia de tus besos,
setiembre oscila
como el ruiseñor ante la flor,
cálida la hora contenida
en la miel de las abejas que miran
más allá de la noche
que no defiende nada.
Desde los oceáno y las doce piedras
traspasaste la aurora y el crepúsculo
llenaste con trinos coloridos,
los versos y la poesía,
abatiste la muerte
en la amplitud de sonreir juntos.
Con las manos que levantaron
la avena por los aires
y la diana sal de tus dedos solidarios.
Todo cuanto sé del amor
es que tú lo eres todo,
amo tus ofrendas simples,
la suavidad de tu piel férrea.
En tus brazos lo mejor que hay
tus pasos inspiran jadeos al sol,
eres la vida que merece ser vivida,
lucecilla discreta tras el alma.
martes, 8 de septiembre de 2015
Entre tus manos
En tus manos no hay condicional
ellas son aguacero y fotosíntesis,
lo distinto que se puede dar,
rosas rojas en los labios,
descargas ionizadas al mirar.
En ellas ocurre cuanto existe
aún cuando se porfíe en otros propósitos.
En tus rastros digitales se concreta
por completo la armonía del universo.
En tus uñas, vestigios de la tierra
que concibes, vehemente ramo de godecias
todo en un instante de calcio y ocre.
En tus manos enmudece la muerte
y el corazón nos sigue hablando.
Ellas cantan un cántico nuevo
cuando la sangre sacude los cuerpos
y retiran las cubiertas de los frutos.
Ellas son un par como si fuesen miles,
son un par que vienen a ser una.
En tus manos mujer, mujer en tus manos
se comprenden todas las razones,
ellas son un porqué, porque no anhelan ser,
sin duda son el milagro del día a día,
en ellas conozco el amor,
se abre por completo la vida,
el mundo avanza alrededor del sol,
sin el silencio erizado que antecede
al tiempo sordo y ciego.
Oh lumbre que nutre mi ser,
en ellas conozco el amor.
martes, 1 de septiembre de 2015
Instantes
A diferencia de otros septiembres
y de mi mismo, siento felicidad
cuando tus ojos revolotean
en mis labios escritos con la paciencia
que le tomó a la luz ser rosa.
En ellos, me miro, te miras
nos miramos en la obra del rocío.
Parece que tenemos mejor salud
y el alma en la boca
cuando la tierra entera
se curva para que la veas,
y en un aderezo irresistible
haces que la estadía se colme
de intimidad, miel de girasol.
Ay amor, tus ojos de gata tricolor
vibran como una colmena,
o acaso soy yo quién vibra
ante la provocación del viento
cobre, aureo, frondoso alboroto
de los hilos danzantes del tiempo.
Tus ojos mujer
nunca llegan a ser amor
aunque tu mirada me lo explica
en aromas y me digo;
es así como huele cuanto amo.
He descubierto el placer ilógico
de apreciar tu cuerpo
sin prisa de antojos
bajo la calma de luna llena,
sobre la terraza de orquídeas
amazónicas, tus ojos retornan
de su pausa al alboroto
con el ritmo cuerdo de los destellos
pacificadores del amanecer.
Tus ojos puros mi bella
son dueños de todo cuanto soy,
de todo cuanto tengo y dejo de tener,
y cortan segundo a segundo
los instantes que me hacen perecer.
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