Sobreviene un confín a otro confín,
el reflejo amarilla la cabeza fémina,
un halo auroral mezcla la tierra y el cielo,
el universo no se rinde de dar flores,
piedras, árboles, raices,
tierra, origen de todos,
regazo de mis ternuras y tempestades,
ella conoce los dolores de parto
y nos revela como aflora un beso,
el idioma que mejor habla es el gesto,
yo veo con claridad su música,
el amor se guisa en recipientes de barro,
su danza es una plegaria,
trigal mecido un poco antes del alba,
mujer, elevando la honra de la especie,
logrando del empeño, aire, agua,
el frío se agrieta con sus labios
reforma todo cuanto discurro,
sé que es seguridad para la malva,
para todo cuanto habita la franja,
mis venas dragan nogales incontenibles,
sé que mi vida se salva en su boca
sé que es una mano mas cerca de la verdad,
conozco su legado de mares y orillas,
y la magia con que de voces
hace aliento invencible.