domingo, 20 de agosto de 2017

Se cumplió la tierra


Es una mañana cualquiera de agosto,
la que amé antes y primero.
Luego de un sacudón de suelo
el único contra tiempo soy yo
con mi corazón inacabable.
La maja celebró a Lorca
con un clavel sobre la oreja derecha,
otros esperan el eclipse solar del lunes
pasado el medio día
en las tetillas de norte américa,
yo en cambio no espero
que cambie nada significativamente,
el amor sin número me sopla en el rostro,
si aguanto la respiración
el abismo es mío y las legumbres
intemporales te corresponden.
Lo sé, la palabra es vida,
y ahora yo soy un juego de palabras,
un niño a la mitad del parque,
tu bufanda es violeta y vuela
como el aire que despierta,
amor,  son de tus ojos la libertad,
me resisto a ser sin ellos,
cambio el fondo exiguo de los míos
por el asomo de los tuyos,
allí no hay espacio vacío,
todo lo contrario,
cereales de cocción temprana
sosteniendo el destino,
bocado del cielo infinito,
te he escuchado suspirar
desde los propósitos genuinos
de tú corazón osado,
abrazar la sinfonía del agua 
para que los frutos broten a borbotones,
me concedo el beneficio de ser en ellos,
ojos de fuego, burbujas estomacales,
en ellos soy el futuro que nunca tuve,
en cualquier mañana de agosto
cuando se cumplió la tierra.











 


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