Los deportes siempre llamaron mi atención y
dedicación, he
jugado y practicado casi todos, desde el llamado deporte
ciencia
que cultive de muy pequeño y hoy en día nos entretiene a mí y a los hijos de mi
heroína hermana Patty, Heroísmo que explicare oportunamente, nunca fui
excepcional pero deje pensando a más de uno, guardo un especial aprecio y
simpatía con uno de mis primeros contrincantes, un sociólogo reconocido por su
capacidad analítica, por su honestidad y pulcritud política y su compromiso por
hacer de esta, una actividad elevada, por lo tanto lo calificaré sin exagerar
ni mentir como el gran Manuel, el es
amigo de mi madre y su profesión lo
lleva por todos los rincones de nuestro país, tiene una familia notable
y más o menos reciente en Perú, su padre un arquitecto genialmente empírico de
origen ibérico, de la generación de Salvador
Dalí, Pablo Picasso, Luis Buñuel, no tengo claro porque dejó su patria,
pero no importa, y tampoco creo que sea cubista ni surrealista por la obra que realizó en el olivar de San
Isidro, y en la famosa Plaza San Martin. Una tarde llegó Manuel de visita a casa, nos
encontrábamos en Huancayo en la casa de mi infancia, hacía meses que recibí de regalo de cumpleaños un juego de
ajedrez, los paseos que daba recorriendo la casa sujetando el ajedrez, eran mayores que los partidos que jugaba, era
mi oportunidad de extender el tablero sobre la mesa de centro, de colocar rey
negro en casillero blanco, torres flanqueando los extremos del tablero, dieciséis
peones en fila como carne de cañón, para la avanzada, no serán los últimos sino
los primeros en caer, los cuatro caballos dispuestos a saltar sobre todo y
todos, los alfiles en mismo número acompañando al lado a los monarcas para un ataque en diagonal, la reina, la más
intrépida para desplazarse con encanto casi clásico casi griego pero lejos de
Zeus y el súper vulnerable rey, no sé
por qué lo relaciono con el Borbón reinante, siempre me pregunté si descendía de
San Luis o si habría alguien que en Francia lo añora, como él añora
Francia, lo que si se es que tiene un
ímpetu para callar a los soberanos por la voluntad de los pueblos o un
positivismo en negativo ingenioso y aunque me cueste el anonimato, o el
reconocimiento de la Real Academia de la Lengua por un otorrinolaringólogo, o
todos los anteriores, en esta partida no hay yerno que valga, por llevarse lo
que no es suyo, es mejor infanta solitaria y lejos de la partida, listos, a
pensar, nunca sabré porque motivo no se eligieron colores según la nueva teoría
de los colores para los contrincantes, ni porque los blancos salen primero,
pero vamos Manuel juguemos la partida, peones de avanzada de uno y otro lado, se
lanzan a la carnicería con todos los limites para que su heroísmo sea anónimo,
salta caballo izquierdo a su primera posición de ataque, alfil izquierdo a la
mitad del tablero, jaque a la torre, cae la torre, pero esta vez no por obra de
ninguna Iparraguirre, vamos pausemos el juego y pensemos mejor las jugadas, el tablero parece
el patio del colegio después de la orden de romper filas, minutos posteriores a la misa de la
vigilia por la Virgen, Francisco Xavier se convierte en un contrincante digno,
otro Francisco dirige en el Vaticano, Gonzaga corre al estadio, los de Borja se
dirigen a los kioscos de comida, la promoción Centenario es agasajada en el
comedor, las góndolas se estacionan en las inmediaciones, las misiones avanzan,
a lo lejos adelante, el hermano Arias con los Scouts cantan, ratón, ratón, es
lo que al gato hace correr, voy por los mares, de esmeralda y tul cantando
alegre por el mar azul, vo, Bob, voy por los Mares de esmeralda y tul cantando
alegre por el mar azul, y las chicas guías responden, amor, amor es lo que al
mundo hace girar, y Toño Pérez del solar con la patrulla castores terminan la
canción por el mar azul, al otro lado,
donde la ciudad se acaba, y se abre el inmenso pacifico, pero la partida tomo
otro rumbo, ahora me toca mover y sale la reina a jaquear al rey rival, pero
este tiene que esperar por su corona, su madre no lo deja salir, surgir por
consejo de los lores, o loros da lo mismo aunque quede en prisión por no complacer a nadie,
pero rezando el Our Father, esta vez corren del tablero dos peones, nadie los
sigue, hasta llegar a Rectoría que por primera vez esta vacía, Mira Ignacio lo
que hice de la partida, pero gracias por todo lo que tuviste a bien darme, en
todo amar y servir, para la mayor gloria de Dios, ahora que quedan menos piezas
en el tablero veo claro el mate, una vez que salga del jaque, pero vaya que
hiciste, esto en billas se llama echada, entonces tomo la reina que avanza
insolente, imparable, y come tu única defensa que pudo salvarte del jaque, el resto es una corta
agonía, el rey huye como su yerno, uno dos casilleros, el implacable caballo lo persigues como los
paparazis hasta que lo halla en Mallorca, en la Sala de las Muñecas ¿recordando
la infancia su majestad?, ahora no lo salva ni las colonias, ni la corte, ni mi
tío abuelo Carlos J Rospigliosi, ni Ana Torroja, ni Cervantes, ni todos los
inmigrantes, ni su mesada real, le queda
un casillero, el único que le queda antes de llevarlo a la Bastilla, para que
estudie el código Napoleónico, para librarse del juez Baltasar, con el dolor de
Carlos V, de la generación del 98, del afrancesado escritor peruano en su paso
por Madrid o de su compatriota nacido en ultramar, premio nobel de literatura y
por ultimo ni el curro Jiménez, le devuelvo todos los títulos de nobleza en los
que nadie cree pero conservan fetichistamente, está
usted en jaqué mate, así acababa la partida que le gané o apropiadamente que
tuvo a bien perder por demasiada generosidad, humildad, desprendimiento, y harto
sentido común mi ahora amigo Manuel.
Jugando ajedrez, asi te conoci mi querido amigo, te recuerdo sentado en un esquina de la sala concentrado en la jugada, con tus sobrinos cual novatos contrincantes, emocionados por ganar. Ahora ya en tu papel de maestro.
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