el sol espera, tras la neblina matinal,
abrigarnos después de luna llena,
la calle aun oscura rompe su silencio
con el trote de las fraternas orando en inglés,
la costumbre despeja a poco los párpados
soñolientos de Chaclacayo, y las bancas
de septiembre en la iglesia, esperan
a las hermanas gratificadas por el nuevo día.
las moscas perspicaces se posan en poemas de otros,
los desalientos a prisa se esconden de la luz,
callados, taciturnos, sin mostrar rostro
solitarios como una vasija quebrada en la base
por el pasado de palabras que se las llevó el viento,
los pájaros suscitan innumerables recuerdos,
sinfonía de un amanecer con vida, las ardillas
corren por los cables de luz entre poste y poste
mientras las palomas picotean los granos
que el vecino esparce generoso en su memoria
ellas se orientan, reconocen y saben quiénes somos.
En el gran salón donde se disponen a compartir,
por la hora debe ser el desayuno del Señor,
cada cana en cada cabeza advierte muchas primaveras
que no invernaron, que se devolvieron por gracia
aunque los cuerpos muestran el paso de los años
están ahí sin tardanza ni clemencia por ellas mismas
agradeciendo la voluntad de su ministerio,
hoy amaneció, ya es bastante,
Juan Masías nos
enseña con sus desapegos,
dejar la barca en la
arena y buscar otro mar,
hoy amaneció, ya es
bastante.
hoy amaneció, ya es bastante,
ResponderBorrarJuan Masías nos enseña con sus desapegos,
dejar la barca en la arena y buscar otro mar,
hoy amaneció, ya es bastante.
HOY AMANECIÓ Y ES PERFECTO... HONOR QUE LA VIDA Y DIOS NOS REGALA!!