Sabes mi trabajo es rudo
y mi cerebro se pone brusco
para sensibilizarme es un desafío
que tu los haces sencillo,
y debo dar vida a otro yo mismo,
tengo varios escritos de puño y letra
algunos tienen manchones
de ensalada de frutas y guisos
pero hechos con mucho amor
de hombre que no puede estar solo,
de que manera misteriosa y alucinante
defines lo que pasa y lo llamamos presente
como redefines los segmentos
de mis vueltas alrededor del sol
en la trayectoria elíptica
de los sueños, de las vigilias.
Ese niño que hoy es viejo
ese vetusto que hoy es niño
que quiere vivir cuanto sea posible
como recién llegado de cualquier rincón
que mira al suelo para perderse las estrellas
que intenta conexión desde el interno hacia lo externo
que con la intimidad besa lo absoluto
y con claridad sabe que auxilias
porque enriqueces mi lugar con tu belleza.
supiste cosechar miel de mi metamorfosis aderezada
dándole alegría a mis huidas
convirtiendo la confianza en el último reducto
para mi libertad y apartas de mi lozanía
la fórmula exacta del juzgador radical e inapelable.
de que manera misteriosa y alucinante
aprietas con tu vida mi madurez
esa mixtura de aridez y frialdad
a donde he llegado sin perseverar sin indagar
sin frugalidad, sin regatear,
cuando en audiciones dulces y calladas
hago comparecer a los recuerdos
ese despliegue metafísico de entregas
esta superación del dónde, cuándo y qué,
entonces pienso en ti y mis perdidas se compensan.