el aire seco que respiro
un tanto mentolado
otro tanto
tierra húmeda
manantiales de agua fría
un campo de alboroto
unos cuantos terremotos
uno que otro vidrio roto
un balcón republicano
el colegio de Don Bosco
un gran patio, algo de sangre,
a lo lejos adelante avanzan
las patrullas al toque del tambor,
como anduvimos con los Ramos
entre otros, jugueteamos.
Me guarezco de los besos
somos dos en el ropero
que descubren que es sincero.
En el futuro estamos
no me sirve el lapicero
con esfuerzo nos logramos
el abuelo es grosero
entonces me parece
la llegada algo cansada
leche pura, mantequilla,
bollos, roscas, humitas,
que mis
manos amasaron.
Con los cielos despejados
hay quietud en el camino,
me divierto como pocos
en la larga carretera
un halcón nos acompaña,
en la laguna algo opaca
invertidos veo cerros
con sembríos de colores,
tu rostro, mis amores,
son los recuerdos de infancia.
Con los cielos despejados
ResponderBorrarhay quietud en el camino,
me divierto como pocos
en la larga carretera
un halcón nos acompaña,
en la laguna algo opaca
invertidos veo cerros
con sombríos de colores,
tu rostro, mis amores,
son los recuerdos de infancia.
HERMOSO, ME TRASLADO A ESOS TIEMPOS!!!
confieso que fuimos niños
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarEn este poema tomaste diferente criterio al escribirlo. Será porque te transportaste a tu infancia, a lo básico, y juguetones, medio asoman el metro y la rima?
ResponderBorrarel metro de nueva york
Borrar