sábado, 26 de octubre de 2013

Qué día para terminar el día





Que día para terminar el día

debe ser de noche, está un tanto oscuro


y por las bombillas encendidas,

por el casi silencio mutilado

de mis lentos dedos

y por algo de cobardía.

¡ Ay dolores! te duele la cabeza

y a mi el  corazón o el pulmón

o los dos potenciados,

pero en fin señal que estoy vivo,

los sentimientos no mienten,

los avaro no son de Moliere,

solo están esperando un descuido,

la razón parece que es a dos voces


en discurrir prudente, sin gente

no se conoce ni patrocina la rutina,

si solo cayera una lagrima en el mar

no importaría la des glaciación


ni Alaska y Dinarama, ni todos 

los toreros muertos en octubre,

ni el amor, ni el pelo de pelo,


¿habrá gata impertinente para un ovillo?

¿se irá deshilachando la esperanza?

Mi primavera efímera como tu invierno,

hay novedades en las flores del jazmín

tan sublimes como olorosas ¡qué cosas!

pienso y si que pienso tu talla en el jardín


de los caminos que se juntan a puntillas

a cuenta gotas y a chaparrones 

a tactos de luna nueva.

Pasaran todas las horas antes de volver

a palpitar en tus palpitaciones, ilusiones

e indagaciones, ya no me falta nada

que pueda necesitar en el futuro,

qué día para terminar el día.   

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