miércoles, 9 de octubre de 2013

Un rato antes del ocaso


El día asiste a su propio funeral

un rato antes del ocaso

sin la foto de Bob Dylan firmada,

sin desmantelar el mundo que conozco,

sin preferir quedarse  o deslizarse

sobre las superficies de las cosas.

¿Por qué a veces necesito la sensualidad

de una mente perfectamente femenina?

Digamos que este soy yo y traigo un blue jean,

la torre Eiffel se quedó en París por siempre

y en nuestra historia la guerra del pacifico

se aferra justamente a la bota de Grau

y a ninguna otra que se le parezca.

El futuro en stand by y el pasado persiste

en mostrarme  el veneno de su piel seductora

en el museo de los fósiles vivientes,

todo es lo mismo aunque diferente

estoy aquí y tu allá y también

estamos conectados  en palpitaciones,

¿dónde está el fuego mágico, en el cuarto,

calle, en este escrito, en el país, la economía,

en la fuerza de mis puños cerrados, en mi cuerpo?

cierro los ojos y bailo al borde del tejado


mientras suena y resuena algún verso


de Sabina parido en alguna cantina elegante

de mala muerte.

2 comentarios:

  1. El futuro en stand by y el pasado persiste

    en mostrarme el veneno de su piel seductora

    en el museo de los fósiles vivientes,

    todo es lo mismo aunque diferente

    estoy aquí y tu allá y también

    estamos conectados en palpitaciones,

    ¿dónde está el fuego mágico, en el cuarto,

    calle, en este escrito, en el país, la economía,

    en la fuerza de mis puños cerrados, en mi cuerpo?
    COMO SIEMPRE, SORPRENDENTE, MARAVILLOSO!!!!!!!

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  2. Y asi conectados en palpitaciones, unas aquí, otras allá. Al fin y al cabo la humanidad.
    ...Por qué a veces?
    Por tu naturaleza dual.

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