El sol otra certeza.
Bajo tu falda guardados los besos,
jardín de otoño, llovizna de hojas
arropadas de mutismo cobrizo,
tengo un paraguas enamorado
trigales y tus ojos,
quiero caminar en ellos
antes que mi vida
se aturda con una copa
de aires lejanos.
Amplias manos, refugio,
integrado a la tierra y a
esperando en la estación
la salida para un sueño
que venía viviendo,
salvado estrellado,
se apagó la nube versátil,
en el rostro empapado
de un amanecer azulino,
cielo pasajero con el asiento
en el pasillo de un viaje fugaz,
ay amor que dificil se me hace
decirte chao sin extrañarte
por adelantado.
Apapachame fuerte
en la aventura de la piel
esparcida, secreta,
quiero besarte los pies
con mi besos de infancia,
con ellos soy un libro de puentes,
que nos junte y luego
se marche para siempre.
Mujer, blancos pechos de hogaza,
montados en mis manos de obrero,
el mundo es de dos, pero juntos,
me soñarás antes de que pernoctes
en el aroma de la lozanía terrestre,
antes de que se eclipse
la boca del auxilio,
y mi vida se despoje de forma.
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