Desde las inadvertidas
fortunas de la realidad.
De tanto hablarle
a las plantas, hoy devolvieron
mis palabras en pigmentos, olores,
y me liberaron del mundo.
Tú eres la eficacia del canto
y en tus ojos que anidan el silencio
oigo tus fragancias palpitantes,
Tú floresta sobrevivó al temporal,
y cualquier desgarro se me hace ingrávido.
moldeando su destino,
perteneciendo a días y noches de ternura,
andando ligero sobre el fluído.
Quiero en una mapa de quereres,
levantarme y habitar contigo
empapando este siglo cibernético
con poemas que se tornaron vida
por tus dedos ocupados de amor.
Darse si, sobre la piedra con espuma,
agradecidos de la música
que ejecutan los juntos,
coreografía de correspondencias,
quebradas, fantásticas, dibujadas
sobre el cielo con cúmulos.
Porque ya no eres, ni soy. Somos
solo lo que precisamos
para coexistir, viviendo.
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