martes, 12 de mayo de 2015

Tejiendo horas



La vida besa como sabes besar

roca reciente manantial de altura,

mi universo son tus ojos y yo

una señal canela en ellos.

El amor me entraña

porque en él ardo y reposo.

Ternura, con el indice extendido 

impulsa del ombligo a la luna colmada,

y con tu risa alumbra la mañana.
El espacio donde ando es tu afán,

y el mejor de mis errores

es haberte distinguido,
mi superficie tus caderas,

montes, aroma de pradera 

donde canto, escribo, anhelo
 
entre las caricias que no se han exigido. 

Agrieta con el relámpago de tu corazón

la lúgubre miel de mi tierra,

y con los hilos castaño de tu pelo

tejamos las horas de un reloj

donde tu no duras sin mi 

y yo me hallo contigo.
















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