Desde, ¡había una vez!
llegaste como un cuento,
la flor y la mariposa
se dan un tanto de ellas,
y la vida sigue floreciendo
con las alas al viento,
enlace con suspiros de lucha
sin el dominante afán
de imponer pareceres.
Amaso lunas llenas,
acaso para que oigas
con la tenaz eventualidad
del rostro comunicante,
inquietudes por despoblarse
de soledades y pasares ásperos.
Has adiestrado cauces
para mostrar desazón o encanto,
permanezco inmóvil olfateando
la lluvia que trepa por las paredes
musicalizando la tarde,
se enredan tus cabellos y mis sueños
en un perenne descenso sin descender,
atados a la percepción del tiempo,
tus palabras se escriben en el agua
de mi alma inblanqueable,
desde tu voz que acopia
temores y gozos,
las nubes no vienen del pasado
pero nos traen el mar,
entre ahnelos y omisión.
Hermoso poema y bellas postales
ResponderBorrarEl poema tiene vida...bello!!!
ResponderBorrarMaravillosa escena, Beto! ENHORABUENA POR EMBELLECER LA VIDA! ♥☆
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