Hoy desperté respirando tu nombre,
con esa parte de mi que no se irá del todo,
husmenado la intersección de tu planisferio,
donde la existencia arde para sustentar la luz,
se aproxima el retoño desde las entrañas de la tierra,
Hoy eres tú el mundo en mi cuerpo sencillo,
debes saber cuanto aprecio que me quieras,
y entre quereres, sumerges el poder en el brote,
abnegada piel azucarada ya no ahorras ausencias,
alma de mujer mía, me mantendré en tu garbo,
Al borde de todas las épocas froto los términos,
con la sangre tropical que no se enfría
con la voz propulsora de la aurora
aquella que forma el silencio impercedero,
aquella que se dió para ser dada,
a nacido el alimento.
Afortunada musa...ocupar distancias para q mo exisra espacio....uf!
ResponderBorrarLindo sentir, profundo sentir de mujeres y homnres embriagados por el amor!