lunes, 3 de febrero de 2014

Fresas y chirimoyas







Dame tu torso

tus lados, tu rostro,


tus pasos rumbo,

esos ojos que vuelven y van

y viceversa 

que llevan amor

por los rincones de mi alma,


dame tus jornadas justas

e indebidas, 

por las noches tu amor sustancia


tu boca regresa se extiende

con magia de labios

dame tu sabor silvestre

de frutas frescas

fresas, chirimoyas, 

con miel y granos,

dame tu cuerpo 

con señales indescifrables,

tu canto y resguardo

tus incendios y ceses,

y tus pies cerámica

embarrados  bajo lluvia

dame tu intenso y tu mitad

esa siesta que espera

la soñolienta despedida,


tu luz que la noche no oculta

y esos bordes, dame, que son 

lo mas dulce de la tierra.







  

   













3 comentarios:

  1. Fresca y exquisita. Sutil sensualidad para tu asiduos lectores mi amigo.

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  2. Los comentarios llegaran a tiempo y quizas a destiempo conforme el ciclo de la vida nos regale espacios o generosamente uno mismo las propicie mi amigo escritor. Puedan que llegen a raudales como una catarata en tiempos de lluvias o quizas tambien se torne vacia y desprovista que invite a añorar y enriquecer los dias de adundancia.

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