Dudar a tiempo y a destiempo

cuando estoy lejos y advertido
una pizca me falta mañana
en el mirador, en la cara,
se entrecruzan los lazos del tejido
que el caluroso día no consigue desatar
ni el perpetuo mar ni la copiosa muerte,
por dentro la luz que filtran los vitrales
borran el infinito que se encierra en la medida
del movimiento de dos instantes
que hacen un solo pan, un deseo,
aunque cueste creerlo te quiero mas
por lo difícil que es tenerte
cuando despierto y estas allá
de tantas verdades el día
sin fin ni ocaso, perecemos y retornamos
varias veces entre tanto respiramos
en este ingenio con su gramo de locura
la naturaleza no hace nada en vano.