Como si me gustara
vivir al lado del abismo,
tal vez no hay otro lugar
donde estar parado,
mi mundo salvaje
está gobernado
por libros también,
las cosas no ocurren por que sí
aunque quiera creerlo
nadie conocerá que tu sutileza
se aloja al lado del vértigo
ahí donde activo
mi instinto de supervivencia,
de los andes estoy prohibido
al estremecimiento de la inquietud
por mi destino,
el aturdimiento prolongado
ese lugar de precios y desprecios
y de abundante crueldad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario