La abeja persevera con la miel
y la paloma con su nido,
con que se tejen los sueños
y mi diminuta duración
está envuelta de ellos,
la falla no está en el firmamento
sino en mis propios defectos,
me atreveré a todo lo que pueda
hacer como hombre y a nada mas
con la piel de sal y espuma,
donde quiera que estoy aprendo
a conservarte en mi propia vida
que el amor extienda en mí tu miel
como la primavera las flores
cúbreme con la luz de tu honestidad
solo para dejar de ser mortal
y volverme la risa de un niño
que busca entre las hojas
del verano tus manos,
tu trigo, tu voz, mujer.
Muy tierno,y por demás decir...hermoso!
ResponderBorrarGracias Paloma
ResponderBorrarGracias por dedicarle a la mujer poemas tan hermosos¡¡
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