Como dueles Perú,

en forma temprana y tardía
me dejas sabor áspero,
quizás valga la pena
por el bien de este país.
Esta vida que me acontece,
mi yo que no ha acabado,

correo que porfía,
no es un prólogo ni un epílogo,
ni el código mejor vendido
ni la tilde en la esdrújula período,
menos un manuscrito del remanente,
tampoco el norte de la brújula,
ni una casa propia llena de esperanza,
solo alguien que te escucha,

que busca en la palabra
el pecado y la inocencia,
ser bizarro e inconforme,
corazón asfixiado por las dudas.
Me define las hojas del otoño
el marinero que pesca en el lodo,
los andamios de los suburbios,
los blue jeans rotos de usanza,
los polos desprovistos de rúbrica,

las manos vacías al pie del acantilado
el ébola en el sacerdote,
el insomnio del hambre,
la morisqueta de mengana,
los tordos cubiertos de ceniza

que la gente llama despojos,
el perro que viene a sentarse al lado
solo para no estar solos,
los campanarios que ya no llaman
los ficus de raíces como venas.
Me describe tu mirada y mi desnudez,
Las hormigas con frenesí,
las agresiones de los cielos dorados
en los ojos reprimidos,

la almohada con sueños,
las advertencias longevas,
los ademanes con quienes
me desencuentro,
la memoria de otros días
con todas sus sombras,
mis dactilares en medio de la noche,
el río donde se genera mi sed.
No hay duda que ya sabes de mi
me distingues pausadamente,

en las aristas perpetuas de las maderas
humeantes antes rotas y clavadas,
en el arte de oxidar mi existencia,
en mi fatiga contumaz,
nos conjugamos
donde el susurro será roca
y el rastro latido
en la escala de valores sin valía.
toca afinar, definir de un trazo,
compilar distinciones y arañazos
el niño llora en el parque de agosto,
hay fosas como conceptos,
por los paisajes que no vemos,
y aunque lo viéramos
en cada indefinible me he perdido,
en las heridas que mantiene despiertas las cosas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario