La claridad era húmeda
no perdía su albor,
tampoco los antojos,
ni los silencios quebrados,
cuando andaba lejos.
Continuo indagando los deseos
Aprieto los momentos lindos,
mas siento y sigo atravesando,
temblando como la tierra,
con la abundancia azul
y el barro púrpura,
traspasaste el sur.
Camina emanando
flores y entusiasmo,
bajas las sombras a la dimensión
de las puntadas sin nudos, ni dudas.
Sargazos que los vientos del este
inquietan y olvidan, cruzan y olvidan
Amo tus carismas simples, esa dermis
integra, templada como un tambor de avanzada,
tus uñas de pétalos, astros de tus dedos,
en tu boca la alegría rebosa
hacia mi morada de frutas silvestres.
Amar nos produce visiones... A veces bellas, pero nunca constantes.
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