Tus huellas digitales se abren

como profecías en tus manos de calma,
moja, si moja, la cepa escurrida,
sencillo arroyo de la mañana,
con la naturaleza de tus ojos,
floresta tenaz de los misterios.
Lluvia afable del universo
los surcos te han esperado
por siempre para abundar la tierra,
brío fresco de alegrías,
indagadora de mis afanes.
Te acompaña mi amor
convincente sustento del presente,
no creo en más destino,
que tus caderas al viento,
mi amor, te concede este momento,
te exime, sin límites, sin tiempo.
Es así como desatas la fertilidad,
y permanecemos entre niños,
acabando con las cosas de niños
rozando, concluyendo,
desprendiendo, juntando,
nos mantenemos de tal manera,
como guijarros bronceados,
abejas traslúcidas endulzando
la sangre que canta.
Lindos versos, muy descriptivos y muy encriptados.
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