A coger los leños
para calentar los intervalos,
abrigar el sol,
y quemar las horas.
fronda y de la aurora,
esfuerzo inconmensurable
para no perderse en el frío.
Saboreo el fulgor de tu reino
de olivo, de tregua y ánimo,
los aromas de las hierbas.
Melodía firme de los hechos,
la respuesta de alguien,
horizonte de miradas
rostro de besos y memorias,
soledad de tálamos,
a paladares benditos
que traen contigo la confianza.
Qué fortuna haber llegado
para andar este noviembre.
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