No importa
cuán fuertes y desmedidos
soplen los vientos.
No se apagarán las estrellas,
no se apagarán,
seguirán danzando en tus ojos,
en el universo de tu mirada
y en mí, como linternas
que desde la profunda oscuridad
me llevan hacia ti.
No podrán desaparecer,
no desaparecerán los brotes
de tu esencia en los que me sujeto.
mundana y citadina,
pero no podrá cerrar
aquella puerta por la que ambos
salimos a conocer el amor.
No es como lo digo,
es como sientes que lo digo,
y mi vida se pigmenta
de festivo nuevo,
sucede, que nos faltan momentos.
Aquellos nunca nos desbordan.
Desde la noche, me alcé
a tu talle limpio,
como va la red al cardumen.
oliendo a sal, sabiendo a sol
a piel curtida, sudando a mar
Me erguí para habitar a tu
costado y no de otro modo,
me elevé desde el abismo,
azul terciopelo, hasta tu contento,
amada mía, yo tengo
un compromiso de por vida
con ambos y es amor.
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