Azul planetario, azul profundo,
ahí me reconozco habitante,
reparo cuanto hay
quebrado entre nosotros,
Ambos hacemos una sola hogaza,
un grano de cosmos sobre el barro,
un solo aliento sobre el asfalto,
en las calles que calzamos.
En el regazo donde descansa
algún verso y ebullen tus caderas,
me anudo a ti, no con cuerdas
lo veo todo, te respiro fuerte,
tenaz, cogido a tu cintura
pintando en tu pandero mis deseos.
Los términos son ecos universales,
nuestra dicha no dice, pero no calla,
el amor nos haga,
de todos los indicios escogimos el hoy,
sujeto con el perfume
de cada una de tus aberturas.
Navegar en tus ojos es saberme,
que se rehúsa a desmembrar la paz,
como a los pétalos de la noche.
tu y yo, ahora nosotros, no tenemos
conclusión, venimos y vamos
mientras vivos,
somos la infinitud de la naturaleza.
Esta no es una posdata sino un encabezado
Te amo.
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