Iré contigo, repliqué
entiendo que ahí me quieres,
sin Lima ni limones.
En mi vida ingresa
constante y desde siempre
la agotadora lección de la vida
y como veras,
no le temo a lo que viene.
Volví al balcón de la noche
de tus ojos calor bálsamo
que me transmiten señales insinuantes
y decisiones cómplices,
si no fuera porque eres el instante
de intuiciones verdes
para cocinar la hogaza
amasada por las manos del cosmos,
mi alimento sería inútil,
si no fuera porque capturas la versatilidad
de la brisa para escabullirse
y me hospedas en tu aliento
de yerba luisa e hinojo
si no fuera porque tengo extremidades
para ceñir en un abrazo lo que es
y perseguir tus pisadas de camino sencillo
andaría dando vueltas en torno a nada.
.
Precioso, enriquecedor y entrañable. Bellas las pinturas que lo adornan.
ResponderBorrarAna María gracias
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