lunes, 15 de septiembre de 2014

Iré contigo







Iré contigo, repliqué

entiendo que ahí me quieres,

sin Lima ni limones.

En mi vida ingresa

constante y desde siempre

una ración de calle,

la agotadora lección de la vida

y como veras,

no le temo a lo que viene.

Volví al balcón de la noche

para escuchar el canto libre

de tus ojos calor bálsamo

que me transmiten señales insinuantes

y decisiones cómplices,

si no fuera porque eres el instante

de intuiciones verdes

que se posa sobre la greda y lumbre,

para cocinar la hogaza

amasada por las manos del cosmos,

mi alimento sería inútil,

si no fuera porque capturas la versatilidad

de la brisa para escabullirse

y me hospedas en tu aliento

de yerba luisa e hinojo

no conocería tus besos de calma,

si no fuera porque tengo extremidades

para ceñir en un abrazo lo que es

y perseguir tus pisadas de camino sencillo

andaría dando vueltas en torno a nada.

  

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