Cómo sabe el poeta mirar
en los ojos que están lejos
una figuración cercana,
cómo sabe acudir al mercado
para traer lo indispensable,
un encuentro de maíz con olivo
de quinua y queso, papa
y huevo,
pájaros de frutas azucaradas
alas de franca libertad,
y unas cuantas pócimas
afrodisíacas
mariscos rojo carmesí,
cómo sabe el poeta orientar su alma
hacia el misterio de cielos estrellados
de fontanas fluidas.
Mi corazón no duerme el sueño de los justos
en un claro del bosque echa una siesta,
hay una mirada donde se pierde el norte
y se encandila en la aventura
de un crucero de abejas sin espejo,
milenaria latitud de orquídeas
con olas donde chapotea el tiempo
higo de indias, tunas punzantes.
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