miércoles, 7 de enero de 2015

Zapatos empolvados




Levanté los párpados

como la mañana al sol,

tus labios de melón

refrescan mi vida,

la impresión clama por palabras

entre tanto, enero rasga el tiempo,

por fuego, por raíz, por tanteo,

con todo lo marchado es hoy,

con el ave azul será mañana.

La vetusta duracion del agua,
 
se desfecha en los mares del medio día,

de la tarde, de nuestra noche,

y se confecciona un fresco distinto

en pleno verano Sub-Ecuatorial.

Amo la greda que sustentan tus manos,
 
el agua está despierta en ellas,

con su mirada de amor perdurable,

aquel que nos alimenta.

Amo el período de las proposiciones,

de los momentos fragmentados,
 
que me llevan a acariciar lo concreto,

eso que fecunda prodigios,

eso que hace, que

sólo el amor se coma andando

con los zapatos empolvados

si no descalzos con la arcilla que sujeta.


















 







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