Yo, lenguaje de mi,
porto conmigo tus palabras
en cada riesgo de mi destierro.
Preparo con ellas
una casa pequeña y apacible,
rodeada con bosques de sueños,
regados por el manantial de tu sustancia,
Luego si tenemos hambre
tomamos frutos de los árboles
con delicadeza y abundancia,
sin determinaciones misteriosas.
Sabes lo que vas a escoger con ganas,
se lo que estimo de ti,
eso nadie lo sabrá
nadie mas que tu amor, tu dermis
tu boca, tu resplandor, tus penas,
bienes que guardo de ti,
regalos de la naturaleza,
que nos devuelven la ingravidez.
De las elevadas aberturas, la tuya.
de las estelas en el mar,
tu infinidad de cosas
de tu tiempo, el presente.
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