Raudamente la luna se cubre,
mientras las estrellas disimulan,
al mar le sube la marea,
y a la dama la convoca la fortuna
bajo la última llovizna,
se vierte la tinta lentamente
sobre los papeles de carbono,
todo parece conveniente
aquí bajo los cielos quemados.
Excusa que no ría vida mía,
que te observe con un nudo
en la garganta que intento desatar
desde aquel día.
Yo solo dejaré de quererte
el día en que suenen
en mis versos
de tu rostro,
ya sabes como besan
nuestros labios,
has visto anochecer
con madre selvas,
oliendo cada uno de tus pasos
ya sabes como se colma el deseo,
como se lleva un rezo
como se levanta la mañana.
Mi vida no es exactamente un paisaje
no tiene primer plano, ni segundo,
ni tercer, ni fondo, ni luz,
ni un pintor de contrastes,
ni el balance adecuado,
mucho menos perspectiva.
¿Todos hacen el amor?
que bueno sería,
algunos expectantes en la lluvia
no podrán hablar de sal.
hay una fiesta carnaval,
hay que empezar por algo,
o quizás por alguien,
recoge tus cosas nos vamos,
sabes que para tomar la vida
no hay nada como tu osadía,
la leña está aún húmeda.
hay que sonreír aunque
se quiera lo contrario,
tu vereda sabe a limón
y mi limón a vereda,
que bien me asientan tus errores
querer sin poder tener
como es que se me ocurrió.
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