Siento entre tantos sentires siento.
Aunque no me ames como quiero,
una diminuta claridad en nuestra pira
me dice que lo haces
con todo lo que encontraste,
y me das en el meollo de mi asunto.
Tras del huracán viene quietud
y una cama donde reposar,
aunque no siempre.
Que te alumbre el sol por las mañana,
o lo que tenga que alumbrar
quizás tu propia luz de ojos abiertos
y des gracias por ello,
que tu corazón no se detenga aquí,
y que te paras a cada instante,
hay que vernos en los charcos,
reflejados como cuando niños
yo con fondo de eucaliptos
y tu al pie del tilo después del chaparrón.
Por las noches cuando descanses,
aunque la sabiduría tarde
y el sueño junte nuestros parpados
entre otros juntares,
quisiera cantarte una canción,
que sea atonal y nos cuente
la historia que nos espera,
y claro que no tengan final ambas,
tus pestañas vibraran,
como cuerdas de guitarra,
aunque como son muchas mejor
de arpa o de lira, si, para que deliremos,
permanece amor en tus anhelos
y que uno de ellos me pertenezca a mí,
a esta altura de la vida
sé que de algo tengo certeza,
declarar si cuando el no es insuficiente
y decir no cuando es urgente,
puedo conceptuar me como persona
no porque algún contrato social lo dice,
nada mas incongruente,
pero mira soy únicamente un hombre
que puede llegar a ser tu orbe.
Antes que este mundo me lance
su ofensiva.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario