martes, 22 de julio de 2014

Decir no cuando urge








Siento entre tantos sentires siento.

Aunque no me ames como quiero,

una diminuta claridad en nuestra pira

me dice que lo haces 

con todo lo que encontraste,

y me das en el meollo de mi asunto.

Tras del huracán viene quietud

y una cama donde reposar, 

aunque no siempre.

Que te alumbre el sol por las mañana,

o lo que tenga que alumbrar 

quizás tu propia luz de ojos abiertos

y des gracias por ello,

que tu corazón no se detenga aquí,

y que te paras a cada instante,

hay que vernos en los charcos,

reflejados como cuando niños

yo con fondo de eucaliptos 

y tu al pie del tilo después del chaparrón.

Por las noches cuando descanses,

aunque la sabiduría tarde

y el sueño junte nuestros parpados

entre otros juntares, 

quisiera cantarte una canción, 

que sea atonal y nos cuente 


la historia que nos espera,

y claro que no tengan final ambas,

tus pestañas vibraran,

como cuerdas de guitarra,

aunque como son muchas mejor 

de arpa o de lira, si, para que deliremos, 

permanece amor en tus anhelos

y que uno de ellos me pertenezca a mí,

a esta altura de la vida 

sé que de algo tengo certeza,

declarar si cuando el no es insuficiente

y decir no cuando es urgente,

puedo conceptuar me como persona


no porque algún contrato social lo dice,

nada mas incongruente,

pero mira soy únicamente un hombre

que puede llegar a ser tu orbe.

Antes que este mundo me lance 

su ofensiva. 















  





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