miércoles, 2 de julio de 2014

Sueños nada más





Quiero que tu sabor me mire.

Uno tras otro los segundos

entraban en sueño,

sin perder los matices

ni la osadía, ni La única flor

de la pradera encendida

por su propia luz,

ni su mirada prismática   

aunque se dejara de ver,

felices  los párpados cerrados.

Los minutos se cubrían la cabeza

con una manta verdecida

por el tiempo que nos junta

inexorablemente  en la luna.

esa esfera de anhelos y no se que mas

que brilla con tu amor y el mio. 

Yo sueño, tu señas

nosotros soñamos y Morfeo

sin sueños por estar en todos,

poco a poco me has querido,

¿cómo es que estás en mis sueños?

Si estas horas alguien

las hubiera hecho, las reconocería,

solo el ensueño estaba aquí

el resto había dejado de pertenecerme.

sin alcanzar ver mis pasos, andaba

campos de Lima, soles apagados,

cuando las sombras quieran ser colores,

a ritmo de sones y semillas,

cuidad sola espiral y vértigo,

se envuelve en el silencio

de algún pasajero noctámbulo,

mientras yo sueño, tu sueñas

y vaya a saber, si todos soñáramos,

la lechuza cuenta la leyenda

siempre he dicho compañera

aunque sea masculino,

y le pregunto como si respondiera

entre los dormidos que mueren sanos.

Si volviera la cabeza quizás te miraría

entre los minutos, los segundos y las horas.






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