Solo falta ahora reconstruir
el día sin término,
existencias disueltas
en un todo tumultuoso
y ensangrentado,
en vano trato de seguir
la huella de la aves en el aire
o la del pez en el agua.
Si eres tan cierta
cuando llega el crepúsculo
o cuando se ha ido,
y vas hacia el encuentro
mirada de azul uva
mirada de racimo
beso de trigal sobre el vino,
cantarán en verso las estrellas
sobre la rubia cabellera,
ritmo de semillas secas
guitarras de madera viva,
trato de sentir tus latidos
en mi tacto, de cogerlo,
de agarrar el compás de la tonada,
de recibir el viento que expeles,
por las esquinas donde escapas
y regresas reinventada y capaz
en una noche de agua de mangles
donde los danzantes se pisan los pies,
no han de volver a casa
océano de papel y tinta de romero
en busca de otra mejor,
a paso de estrella fugaz,
donde se muere de otra manera,
donde
no huele a cadáver,
donde no se ofrece un cuerpo frío
inerte, distante, presto a todo
con el fin de acabar pronto,
Siempre he dicho que iré
y estoy, aunque no haya ido,
el fuego duerme una hora
sin que nada lo turbe,
la rama está muerta y la raíz resiste,
oh! había que acostumbrarse
otra vez a la soledad
buscando la pluma del trino
una a una antes que se nuble la luna.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario