Si nos diéramos lo ecuánime
no podríamos darnos mas

y eso no sería justo,
se van mudando los días,
no puedo conciliar
el sueño con las sombras,
ahora mismo transitas tú
como lo hacen algunas noches
que son amaneceres,

yo encontré el cielo en tu mirada
de ojos crepusculares.
Lo atraviesan todo.
Cuanto quiera resistir.
Cualquier acto valiente.
Escapa hasta la sangre
en ademanes de regresos aleatorios,
cuanto se gritó exponiendo nada.

No pudimos ojear con tanta luz.
buscando enloquecimos.
La vida te da los besos
que no puedo dar,

mi reverberación vive prisionera
dentro de un vidrio.
Nunca se para de crecer,
jamas se deja de morir.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario