lunes, 16 de junio de 2014

Regresos aleatorios






Si nos diéramos lo ecuánime


no podríamos darnos mas

y eso no sería justo,

se van mudando los días,

no puedo conciliar

el sueño con las sombras,

ahora mismo transitas tú

como lo hacen algunas noches

que son amaneceres,

encendidas fino,

yo encontré el cielo en tu mirada


de ojos crepusculares.

Lo atraviesan todo.

Cuanto quiera resistir.


Cualquier acto valiente.

Escapa hasta la sangre

en ademanes de regresos aleatorios,

cuanto se gritó exponiendo nada.

No pudimos ojear con tanta luz.

buscando enloquecimos.

La vida te da los besos 

que no puedo dar,

soy lo que soy, soy evidencia,

mi reverberación vive prisionera


dentro de un vidrio.

Nunca se para de crecer,

jamas se deja de morir.




























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