Mi amor tendría forma de tortuga
si no trepara como gato jaspeado
ni se suspendiera como la luna
frente a tu mirada de gente buena
y oliera a paisaje de acechos y
azulejos.
Cuando crezco en las tardes
tranquilas
y el viento sopla blandamente,
sobres las colinas plateadas y
pulidas,
bajo el firmamento fragmentado
y expedido como la risa,
de la cual tomo nota,
porque brillan sus ojos
ambas cosas al mismo tiempo,
ese indicio de que las cosas pasan
entre las manos que ofreces,
frutos y madureces.
No soy un barco que busca
ser abordado para hundirse
pero si te place ama a tu poeta,
no importa que el calendario
no te lo permita, solo hazlo
atrevámonos los dos
a garabatear el destino
antes que te quiten el día
y te vendan la muerte
en cómodas cuotas,
o nos inviten soledades
embotelladas al vacío...
Sí, abandónate y sé feliz
conmigo o si mi pero radiante.
© MYB
Junio 29 del 2014.
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